Un interesante debate se produjo en redes sociales entre destacados especialistas de la industria marítimo-portuaria en torno a si el Puerto de Chancay, inaugurado la semana pasada en Perú, podrá constituirse efectivamente como un hub para la Costa Oeste de Sudamérica. Abrió los fuegos Jan Hoffmann, jefe de Logística Comercial de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), quien citó su estudio titulado “El potencial de puertos pivotes en la costa del Pacífico sudamericano”, publicado en el año 2.000., el cual, indicó, “sigue siendo válido en cuanto a distancias, rutas principales, costo de cruzar los Andes, y economías de escala en las costas Este y Oeste del continente”.
El estudio citado por Hoffmann analiza los servicios de líneas regulares de transporte marítimo, las distancias marítimas, los fletes y los volúmenes de tráfico portuario y las posibilidades de atraer carga de un hinterland más amplio. Los resultados, entre otros aspectos concluye que:
Sudamérica es, después de Australia, es la región con menos tráfico de transbordo;
Los fundamentos para un puerto pivote son su ubicación y el volumen de carga de su hinterland. Por lo que para que un puerto pueda convertirse en pivote, debe contar con amplias conexiones de transporte terrestre, estar ubicado en un lugar donde se conectan o cruzan rutas marítimas, o contar con altos volúmenes de carga que se generan en el entorno cercano del puerto. Condiciones que no se dan en la costa oeste de Sudamérica.
El hinterland de los puertos del Pacífico de Sudamérica está restringido por la cordillera de los Andes. El impacto negativo de los Andes sobre el comercio bilateral equivale a una distancia de varios miles de kilómetros de terreno llano.
Aunque existiera la infraestructura adecuada de transporte terrestre, por el lado marítimo no hay suficientes razones para justificar una mayor concentración de carga por vía terrestre en puertos del Pacífico.
Hoffmann, sin embargo, enfatiza que “eso no quita el potencial de crear empleo en el hinterland cercano de Chancay, de mejorar la competitividad del comercio exterior del Perú, y ciertas posibilidades de mejorar la conectividad de Chile y Ecuador, consolidando e incrementando la frecuencia de servicios”.